Las Normativas de Incineración Más Estrictas del Mundo

¿Recuerdas (no hace mucho tiempo) cuando las empresas, y también las autoridades, se limitaban a quemar gran parte de sus residuos para eliminarlos? ¿Recuerdas todas esas columnas de humo tóxico que arrojaban a la atmósfera?

Afortunadamente, esos tiempos han desaparecido y, como resultado, el mundo es un lugar más limpio, más sano y más seguro. Gracias a las estrictas normativas y reglamentos que se han introducido.

La principal norma europea es la Directiva de Incineración de Residuos de la Unión Europea (EU WID) 2000/76 y hoy en día todo tipo de materiales de desecho debe eliminarse en una tecnología de incineración que cumpla la EU WID. Estas estrictas normativas de cumplimiento están consideradas internacionalmente como el "Estándar de Oro" y aunque estrictamente hablando sólo se aplican a los países europeos dentro de la UE, muchos otros países y organizaciones de todo el mundo se esfuerzan ahora por igualarlas.



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En el Reino Unido, la incineración humana no entra dentro de las directrices de la WID de la UE, sino que se rige por la Nota Orientativa del Secretario de Estado: PG 5/6 (2012), que establece que todas las instalaciones nuevas deben cumplir las mismas normativas estrictas que la WID de la Unión Europea.

Como uno de los principales especialistas mundiales en tecnología de incineración, Matthews Environmental Solutions diseña y fabrica una amplia gama de incineradores de residuos, tanto estándar como a medida, que cumplen la normativa de la DMA de la Unión Europea. En pocas palabras, además de contar con una cámara de incineración primaria en la que se destruye el material de desecho, para cumplir la normativa la unidad debe incorporar también una cámara secundaria en la que los gases generados por el proceso de incineración se destruyan también a una temperatura y durante un tiempo determinados. La tecnología de incineración conforme a la Directiva Europea de Residuos debe incorporar también un sistema de recuperación de calor para reducir la temperatura de los gases antes de que entren en la cámara de filtrado (a veces también se denomina planta de reducción de humos, unidad de limpieza de gases o lavador de gases). Sólo entonces, después de que los gases se hayan limpiado aún más, se permite que los gases de escape se emitan a la atmósfera a través de la chimenea.

Como podrás imaginar, la incorporación de toda esta tecnología de incineración adicional significa que no sólo los incineradores de residuos son de mayor tamaño, sino que los costes también aumentan considerablemente.

Por este motivo, mientras que en un tiempo muchas empresas individuales, hospitales, laboratorios, etc. tenían su propia planta incineradora, ahora la tendencia es contratar la eliminación de residuos a una instalación incineradora centralizada.

Hay una o dos excepciones a esta directiva en Europa, por ejemplo, cuando se elimina madera limpia o cadáveres de animales. Pero, en general, hoy en día en toda Europa toda la tecnología de incineración debe cumplir la Directiva de Incineración de Residuos de la Unión Europea.

Dicho esto, todavía hay muchos casos en los que fabricamos incineradores que no cumplen la normativa. Por lo general, se destinan a países de ultramar que no están sujetos a la normativa de la Unión Europea y en los que las empresas y organizaciones, aunque en general desearían cumplir la Directiva de la Unión Europea sobre residuos, simplemente no pueden justificar o permitirse el gasto.